Redacción El Madrazo

Ahora que Mauricio Góngora Escalante fue elegido como el candidato oficial del Partido Revolucionario Institucional (PRI), a la gubernatura del Quintana Roo, quedan acertijos electorales no por responder, sino por encontrar sus causas.

El primero: ¿Por qué Mauricio y no “Chanito” Toledo? El gobernador Roberto Borge Angulo lo intentó, pero aprendió que es en Los Pinos y en Gobernación, donde hay que trabajar, y no en los eventos públicos, en donde quiso meter a Chanito hasta en la sopa. La estrategia no le funcionó.

El segundo: Gobernador que se duerme… Borge Angulo ya sentía a su sucesor como mandamás, pero olvidó que Enrique Peña Nieto no olvidó: Quintana Roo fue de los pocos estados que ganó la oposición en la elección presidencial, y aunque recuperó después todos los municipios para el PRI, Beto se confió. Ganó la batalla de dejar fuera a Carlos Joaquín González, y al final perdió la más importante: Imponer a su sucesor. Aprendió que el senador Félix González Canto mueve aún los hilos del poder en Quintana Roo.

El tercero: La confianza mató al… El hecho de que Góngora Escalante sea el abanderado del partido en el poder, no significa que la tenga ganada. Enfrenta a un Joaquín González, el candidato opositor más fuerte que se recuerde en la historia del estado. Los dos ex alcaldes playenses, ambos con genética priísta, harán de lo que se anticipaba como una elección insípida, uno de los comicios más interesantes de los que se disputan en México. Sin embargo, no dejan de ser una moneda al aire. (El Madrazo/Foto: equipo de campaña, Mauricio Góngora)