El Madrazo

Armandaro Valle | El Madrazo

Muchos admiran al Dr. Juan Manuel Mireles Valverde, por los pantalones que tuvo no sólo para enfrentarse al narco en tierra caliente, en Michoacán, sino para desafiar a un régimen priista, que lo encarceló al no deponer las armas del movimiento de autodefensas.

Copetes Peña Nieto convirtió al Dr. Mireles, en uno de los presos políticos con más simpatía y fama y recibió la solidaridad de cientos de mexicanos. En la fase final del sexenio peñista, el Dr. Mireles fue liberado.

En la era de la Cuarta Transformación, el gobierno del Presidente Cabecita de Algodón lo designó subdelegado del ISSSTE, en su natal Michoacán y cuando todo estaba puesto para que el carismático Dr. Mireles siguiera cosechando simpatías, su boca lo traicionó y lo expuso como un conservador, al denostar a las mujeres con los términos “piruja” y “nalguita”.

El lenguaje de Mireles fue motivo de cuestionamiento a Cabecita de Algodón en la “mañanera”, a lo que el presidente sólo respondió que le pediría que ofreciera (otras) disculpas.

La cosa hubiese quedado hasta ahí, sólo que el lenguaje discriminatorio del Dr. Mireles es un delito, que colectivos de mujeres piden se castigue. Y dicen, que van a esperar hasta que el Presidente o los órganos del Estado encargados del tema, actúen.