OHL encara al futuro presidente

El dedo sobre Enrique Peña Nieto

Redacción El Madrazo

El 24 de noviembre de 2010, el fotógrafo Saúl López Escorcia, de la agencia Cuartoscuro (dirigida por Pedro Valtierra), tomó una gráfica significativa y premonitoria. José Andrés de Oteyza y Fernández-Valdemoro, presidente del consejo de administración de OHL México, sostenía un intenso y confianzudo diálogo con Enrique Peña Nieto, entonces gobernador del estado de México, mientras Gerardo Ruiz Esparza, entonces secretario de Comunicaciones de esa entidad, parecía estar entre el azoro y la preocupación.

Más que un diálogo, De Oteyza encaraba al gobernante, con el rostro levantado y un índice en el costado del nativo de Atlacomulco quien, con un gesto de extrañeza y ambas manos abiertas, dirigidas hacia los lados, semejaba desconcierto o desconocimiento del tema o temas que el ejecutivo de la trasnacional española le estaba planteando o reclamando. Casi una repetición con olor a chorizo del foxista “¿Y yo por qué?” en Cuautitlán Izcalli, donde se inauguraba en aquel 2010 el tramo Lago de Guadalupe-Tepalcapa del viaducto elevado Bicentenario. En el acto estuvo presente también el ex gobernador de esa entidad Alfredo del Mazo González, a quien el reportero gráfico López Escorcia captó en situación menos comprometida junto a Ruiz Esparza, sonrientes y relajados. Otra imagen del día muestra a Peña Nieto a bordo de un vehículo descubierto en un recorrido triunfal por la vialidad puesta en servicio, con una mano en lo alto y De Otezya a un lado, copartícipe.

Aun cuando dichas gráficas se produjeron cuando Peña Nieto era gobernador, y no titular de la Presidencia de la República, el significado y la lección trascienden el ámbito estatal y la temporalidad específica (https://goo.gl/ua-YQ1Y ). De Oteyza y OHL mantienen el mismo acceso a los políticos amigos, con la misma intensidad y el dedo índice encajado para dar más fuerza a argumentos, reproches o señalamientos. Son los mismos: EPN pasó del Poder Ejecutivo mexiquense al federal, Ruiz Esparza pasó de la secretaría estatal de Comunicaciones a la federal de Comunicaciones y Transportes, y De Oteyza sigue como máximo responsable de las operaciones políticas de concertación de voluntades para negocios inflados, excesivos, dañinos a los erarios del estado de México y la República entera, diseñados para llevar ganancias estratosféricas a los dueños españoles y a sus aliados empresariales en México, pero también a funcionarios y políticos de distinto nivel.

En este caso, tal vez una foto diga más que varios audios y muchos miles de palabras. Deberían bastar las grabaciones de pláticas telefónicas que fueron intervenidas y luego difundidas para dejar en claro que hay empresas de muy alto nivel que presionan, condicionan y benefician a funcionarios de diverso nivel para trampear concursos, esquemas de trabajo, costos finales y formas de operación de obras y servicios muy importantes, como las vialidades de cuota en el estado de México (pero no sólo eso ni sólo allí). También deberían ser suficientes los estudios que muestran con detalles técnicos la colusión de esos ejecutivos de empresas trasnacionales y miembros del Poder Ejecutivo para cometer actos de corrupción. O la evidente desproporción policiaca y judicial contra empresarios que han denunciado ese mar de corrupción con OHL, De Oteyza y políticos y funcionarios como personajes embarrados. Pero es posible que la fotografía de Saúl López Escorcia diga más, lo suficiente para confirmar los entendimientos, tanto en el estado de México en 2010, como en el plano federal en 2015. (Fuente: Columna Astillero, de Julio Hernández)

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